Cada día encontramos más hogares que añaden una chaiselongue a sus salas de estar. Y es que en realidad no hay nada como estirar las piernas mientras pasamos un cómodo momento con nosotros mismos o en compañía de nuestra familia. Pero ¿Cuál es el origen de estos singulares muebles?
El término chaiselongue se origina del francés, y quiere decir silla larga. Es un sofá que tiene una forma alargada para poder soportar las piernas. También es conocido como diván o cheslón. Era una pieza que a finales del siglo XVIII estaba ligado a la aristocracia. En esta época de cambios sociales se le vio relacionada con la figura femenina, la cual poco a poco adquiría mayor poder y protagonismo.
Historia de las chaiselongues:
Se piensa que la primera pieza para sentarse con esta forma se originó en Egipto. Hay pinturas en las cuales observamos a personas sentadas en una silla larga hecha de piezas de palma. Los antiguos griegos también utilizaron sillas largas. Ellos realizaban reuniones en las que conversaban y escuchaban música, en cuyas representaciones de pintura re encuentran sentados en una especie de sillas reclinables.
Posteriormente, los romanos usaban camas reclinables para descansar en el día, con la diferencia de que estaban decoradas con bronce. Inclusive tenían una costumbre llamada accubatio que constaba en reclinarse durante una comida o cena. Finalmente, encontramos que en la época victoriana se relacionaban las chaiselongues con las mujeres aristócratas que estaban por parir, puesto a que representaban una forma de que se sintieran más cómodas al momento de estar en la sala.
Como podemos ver, es una pieza que desde tiempos inmemorables ha estado relacionada con la elegancia, la comodidad y el buen gusto. No es raro que a nuestros días se conserve el gusto por las chaiselongues, que además de añadirle estilo a nuestro hogar, nos brindan una opción de relajación realmente cómoda.
Las chaiselongues actuales:
En la actualidad tener una chaiselongue en nuestra casa es símbolo de confort, elegancia y clase. Ha pasado de ser simplemente una silla larga, a convertirse en una pieza que puede llegar a contar con diferentes sistemas tecnológicos que aportan comodidad al diseño. Entre ellos podemos encontrar:
- Funciones deslizantes, basculares y giratorios
- Sistemas eléctricos de reclinación y puesta en pie
- Sistemas de masajes.
Añadir una chaiselongue a nuestro hogar:
Recientemente podemos encontrar chaiselongues para todos los gustos y de todos los precios. Lo primero que debemos tener presente es el estilo de decoración de nuestro hogar. De esta forma podremos encontrar una chaiselongue que tenga el tapizado y forma que combine con las otras decoraciones de nuestra casa.
Una vez que hayamos encontrado la chaiselongue que se adapte a nuestro estilo, es hora de buscar cómo complementarla. Por lo general se utilizan almohadones pequeños. Pueden tener distintas formas o similares, siempre y cuando cumplan con una gama de colares que combine o contraste adecuadamente con nuestra chaiselongue.
¿Dónde puedo colocar mi chaiselongue?
La colocación de nuestra chaiselongue depende del plano de nuestra casa. Por lo general, es común que se decida por instalarlo en una esquina, aprovechando la forma de “L” que tienen,buscando que el lado más largo quede pegado a la pared. De esta forma evitaremos que se interponga entre algún paso importante.
Algo que se recomienda es colocar nuestra chaiselongue frente al módulo de la TV. Es buena opción también colocar una pequeña mesa auxiliar en la que podemos colocar comida, libros, los mandos de la TV o estéreo, revistas, entre otros. Si por el contrario, lo que buscas es una chaiselongue en la que puedas relajarte y desconectarte del mundo, puedes ubicarla en el cuarto de estudios. Así tendrás un lugar cómodo para leer sin distracciones.